dilluns, 28 de desembre del 2015

La cintura de la CUP y Junts pel Si (JxS)


El pensamiento de Ortega y Gasset disponía de un pilar fundamental el cual descansaba en la teoría de que “Yo soy yo y mi circunstancia”. Nuestra esencia debe, de alguna manera, adaptarse a las circunstancias que nos toca vivir y a los contextos en los cuales las mismas se producen. Mi yo no puede escapar de una afectación tan directa como las circunstancias en los que debe vivir y desenvolverse.

Es interesante mirar desde ese prisma la situación que está viviendo la CUP desde el mismo momento en que sus 10 diputados en el Parlament de Catalunya se han convertido en la clave, en la muleta, en la condición sin la cual no existe (parece) la investidura de Artur Mas (con 62 diputados). El bombardeo por tierra, mar y twiter del que hablaba Baños. Todos los ojos se han cernido sobre una formación peculiar y con unos ritmos de funcionamiento que han descolocado a muchos.


Ayer se produjo la tan ansiada Asamblea que debía, en principio, desbloquear la situación. Se trataba de decidir, en cuatro votaciones, cual de los escenarios era el más idóneo para la formación 'cupaire', en definitiva; sí o no a la investidura de Mas. La votación más importante arrojó un empate a 1515 votos. La CUP dividida y emplazando a Junts pel Sí a proponer una solución que “genere más consenso”.

¿Se está a la altura del contexto histórico? ¿Las dinámicas de funcionamiento de un partido político asambleario están agrietando 'el procés' o lo refuerzan? ¿Si las personas no son importantes por qué JxS no propone una alternativa? ¿A quién le falta más cintura, a la CUP, presa de sus contradicciones, o a JxS presa de su falta de alternativas?

Lamentablemente hay que acordarse de aquello que dijo el antiguo Presidente del Estado español, José María Aznar, cuando afirmó que antes de que se rompiera España se rompería Catalunya. Y aquí peleándonos como niños pequeños. Unos que quieren su candidato sí o sí y los otros que no calibran bien sus fuerzas (10 escaños frente a 62) y que además no proponen sino que dejan la iniciativa a JxS y se limitan, únicamente, a llevarlo a la Asemblea.

Muchos son los que están abrumados, descolocados, cansados, hastiados e incluso indignados con la falta de cintura de ambos partidos. Y pasa lo de siempre, que son los partidos políticos los que se permiten el lujo de interpretar el sentimiento del pueblo (parte de él) y el significado del voto de unos ciudadanos que lo único que quieren es que, de una vez, se llegue a un consenso que permita que se comience a gobernar de una vez. Bajar de sus respectivos burros, eso toca.

Y no olvidar la fuerza que dan 72 escaños independentistas. 

dissabte, 5 de desembre del 2015

Teletocracia


¿Que tienen en común Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias? Muchos pensarán con razón que todos son candidatos a la presidencia del Gobierno por sus respectivos partidos pero lo que interesa en éste artículo es destacar que todos, sin excepción, se han paseado por los platós de televisión mostrando su cara más simpática y alejada de la política.

Sí, dentro de los medios de comunicación los candidatos a la presidencia, con la aquiescencia por no decir insistencia de sus respectivos jefes/as de campaña y asesores/as, han terciado que la televisión les puede hacer llegar incluso y sobretodo a aquél rincón tan apetecible; el de los indecisos.

La televisión actúa como un mecanismo de comunicación masivo en el que el espectador observa como los candidatos/as (o sus más próximos colaboradores) gustan de mostrarse simpáticos y con una apariencia de sinceridad en programas que pueden tener que ver o no con la política pero que buscan el acercamiento del político/a al electorado mediante la 'caja tonta'. Una ilusión donde más información realmente significa menos y más distorsionada.

Pues bien. Estamos asistiendo impávidos a una peligrosa tendencia que no es nueva pero que jamás había sido tan pronunciada como una suerte de dictadura de la televisión o, cuanto menos, a un poder omnipresente y omnipotente de configurar lo que se denomina como opinión pública (u opinión publicada según se mire). ¿Qué papel juega la televisión en la separación de poderes? ¿A qué nivel está respecto al poder ejecutivo, del legislativo y del judicial? ¿La información que proporcionan las distintas cadenas es objetiva o puede tener visos de tendenciosa?

Las respuestas a éstas preguntas deberían hacernos pensar mucho. Hoy no cuenta el discurso sino como se comunique el mismo. No cuenta el fondo del candidato sino el aspecto externo y la buena imagen. El candidato es casi una suerte de marca sujeta a las reglas del marketing político más actual. Los asesores de comunicación política se han convertido en los nuevos gurús que coadyuvan a que los ciudadanos, casi como en una estantería de supermercado, demos importancia a unos temas e ignoremos otros. De ciudadanos participativos a consumidores de contenidos políticomediáticos.

El politólogo italiano Giovanni Sartori en su libro 'Homo videns. La sociedad teledirigida' habla una suerte de “vídeo-política” en la cual, dado que la democracia ha sido definida a menudo como un “gobierno de opinión” en la actualidad es formación de la opinión, esa inducción, principalmente la genera la televisión. No es casualidad que un Gobierno se vea condicionado por la presión mediática. Ni tampoco que el Parlamento se vea inducido a aprobar una ley en una determinada dirección u otra en función del trato brindado por los medios. Tampoco que en la administración de justicia exista un concepto tan lamentable como la 'pena de telediario' en donde más que el principio a la presunción de inocencia se parte de una suerte de presunción de la culpabilidad.

Rajoy y Sánchez con Bertín Osborne, Rivera e Iglesias con Pablo Motos. Los principales grupos mediáticos financiados, principalmente, por entidades financieras e incluso algunos por grandes fondos de inversión.

Toca reflexionar sobre el poder de la televisión; la teletocracia. 


dimarts, 15 de setembre del 2015

La banca no siempre gana


Los últimos años han servido para certificar que uno de los factores que más contribuyó a generar la Gran Recesión económica que ha sufrido éste país fue la mala praxis bancaria a la que se abocaron muchas entidades financieras.

Los créditos dados sin garantías sólidas, los préstamos hipotecarios muy por encima del 80% del valor del piso y cuyas cuotas mensuales suponían más de un 30% de las rentas del prestatario, los productos financieros complejos comercializados a clientes que no tenían el perfil inversor que se aconseja para adquirirlos, etc.

Los cambios introducidos en la normativa bancaria internacional (los conocidos Acuerdos de Basilea III) en 2010 y el cómo las entidades financieras podían computarse en sus balances ciertos activos financieros coadyuvaron a que una vez ajustadas las pérdidas de valor de activos bancarios (por ejemplo los pisos que provenían de desahucios) y aumentada la ratio de activos de mayor solvencia que debían tener las entidades supusieron la quiebra efectiva de muchas de ellas y el rescate que entre inyecciones de capital, esquemas de protección de activos (EPA's) y demás figuras nos costó a todos los contribuyentes un monto de 219.319 millones de euros (MEUR).

Las necesidades de obtener capital por parte de las entidades y la poca confianza que generaban ante el sistema financiero internacional para obtenerlo incentivaron decisivamente la comercialización de productos complejos y de alto riesgo como participaciones preferentes, obligaciones subordinadas, bonos necesariamente convertibles en acciones, y la guinda de todo el pastel que fue la bochornosa, irresponsable y vergonzosa salida a bolsa de Bankia afirmando que se tenían 300 MEUR de beneficios cuando tras la reformulación de cuentas, nueve meses después, se arrojaron unas pérdidas de 3318 MEUR. Acciones vendidas a su salida a 3,75 € pasaron a costar 0,01 €.

¿Eran productos aconsejados para todo tipo de clientes? ¿Había alguna normativa que impidiera su comercialización a clientes minoristas y de perfil conservador? ¿Es el caso de las acciones de Bankia es posible recuperar su dinero?

En 2007 entró en vigor la '
Markets in Financial Instruments Directive' Directiva 2004/39/CE (conocida como MiFID) que supuso que las entidades financieras debieran necesariamente realizar un test de conveniencia para valorar la viabilidad de poder comercializar dichos productos a sus clientes. Si en dicho test se arrojaba un perfil conservador nada podía hacer pensar que un producto complejo y de alto riesgo podía ser adecuado para ese perfil.

Las entidades financieras ante su falta de recursos propios y sus necesidades de capital, al margen de necesitar un rescate pagado por todos y que es justo decir que no afectó a todas las entidades por igual y que fue especialmente sonrojante con ciertas cajas de ahorro, vendieron productos con unos riesgos de pérdida de inversión muy altos a clientes que ningún riesgo habían querido asumir nunca y así querían continuar.

El Santander con sus infaustos Valores Santander, el Banco Sabadell con sus obligaciones subordinadas necesariamente convertibles en acciones (a un precio prefijado, no al de cotización el día de conversión), La Caixa con sus obligaciones subordinadas y sus participaciones preferentes, Caixa Catalunya con sus obligaciones subordinadas y sus participaciones preferentes, Bankia con su salida a bolsa sus subordinadas y sus preferentes, Caja España, CAM, Caixa Galicia, etc. Todas tienen un denominador común; no informar debidamente a los clientes de aquello que les venden.

Por suerte los Tribunales están estimando favorablemente las pretensiones de aquellos clientes que buscan recuperar el dinero invertido en unos productos que en muchos casos fueron vendidos con una deliberada ocultación de información esencial como para poder tener una opinión clara y objetiva sobre las características y la naturaleza de los mismos. Eso de que la banca siempre gana en los últimos tiempos está cambiando y son múltiples los bufetes de abogados que están consiguiendo una tutela judicial efectiva de los derechos como consumidores que la normativa europea y española otorga a los clientes de las entidades financieras que no actúen en su ámbito profesional.

En el seno de las entidades financieras siempre se habla mucho y se llenan la boca con la relación de confianza que se debe entablar con el cliente. Es procedente preguntarse ¿Cómo se puede confiar en una institución financiera a la que le depositamos nuestros ahorros y se puede tener la sospecha legítima de que existe un conflicto de interés entre lo que a nosotros conviene y lo que el banco pretende con nuestro dinero? ¿Como se puede confiar en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de España si son la 'policía financiera' y 'el regulador' y han permitido que sucediera todo lo que sucedió?

Nos debemos congratular que el poder judicial esté interpretando la normativa bancaria en favor de los clientes y estén recuperando su dinero, se esté condenando a pagar el procedimiento judicial (las costas judiciales) a las entidades financieras y además se las esté obligando, en muchos casos, al pago del interés legal del dinero desde el momento en que se vendió el producto.

La confianza tarda mucho en ganarse y segundos en perderse. 

dilluns, 14 de setembre del 2015

Estado, nación e independencia (I)

Muchos son los artículos u opiniones que se han vertido sobre el proceso soberanista, secesionista y/o independentista que se está viviendo en Cataluña en éstos últimos años.

¿Cuales son los puntos claves que se dirimen? ¿Qué aspectos son los más destacados del debate?

Movilización ciudadana. Una parte importante de la sociedad catalana se está movilizando masivamente año tras año, sobretodo desde el 2012. Las diadas de éstos últimos años han superado al millón de personas movilizadas y ello, al margen de cifras, es un hito sin precedentes en las movilizaciones no ya en España sino en Europa y el mundo. Es un hecho que no se está teniendo mucho en cuenta en el Gobierno de España y en muchas capas de la sociedad española puesto que se entiende, por parte de los que más ruido hacen, que los que acuden a tales convocatorias son personas “adoctrinadas”, al servicio del órdago de Artur Mas y, en definitiva, una suerte de personas alienadas y sin ningún tipo de criterio ni pensamiento propio que ponen sus reivindicaciones al servicio de una causa manipulada. Flaco favor han hecho los medios de comunicación masivos españoles y ahora, presumiblemente, puede ser tarde para actuar. La opinión basada en el desconocimiento puede ser demasiado contraproducente.

Conviene también mostrarse crítico con los medios de comunicación públicos catalanes por haber dado una cobertura demasiado desproporcionada a todo lo relacionado con el el proceso, puesto que como bien se han encargado de citar los partidos opositores y muchos ciudadanos, son unos medios pagados entre todos y por ello deberían ser más plurales.

Europa. Uno de los argumentos principales que se utiliza por parte de aquellos contrarios a la independencia es que una Cataluña independiente quedaría automáticamente fuera de la UE y debería solicitar la adhesión con la unanimidad de todos los Estados Miembros (y cual guiño se encargan de citar que España es uno de ellos y que jamás reconocerá Cataluña.
Podemos identificar 3 corrientes doctrinales al respecto; I) Los que creen que efectivamente Cataluña quedaría fuera y debería solicitar la adhesión con la unanimidad de todos los EM de la UE, II) Los que creen que, por no quedar regulado dicho supuesto en los Tratados, se arbitraría una solución 'ad hoc' y por bien que Cataluña saldría automáticamente de la UE al independizarse no debería contar con la unanimidad de todos lo Estados y III) Los que creen que Cataluña al independizarse jamás saldría de la UE por ya pertenecer a ella y no haber una regulación en los Tratados de qué pasaría en éste supuesto.

Es aventurado y presuntuoso posicionarse categórica y absolutamente en uno de los grupos aunque conviene recordar el mecanismo 'ad hoc' que la UE arbitró para la admisión de Alemania como país reunificado. Era un supuesto no regulado (el que la UE puediera ampliarse internamente) por lo que en aras al pragmatismo, a la lógica y al sentido común no se aplicaron, estricta y literalmente, los artículos relativos a una nueva adhesión de “cualquier Estado europeo” (art. 49 TUE). Y también conviene recordar que la Constitución española establece (art. 11.2) que no se privará a ningún español de origen de su nacionalidad. ¿Se imaginan que los ciudadanos catalanes pertenecieran a la UE y su Estado no?

Además el dramatismo con éste asunto es desmesurado. La UE se está demostrando una trampa para los países con una gran deuda nominada en euros y cuya moneda corriente sea el euro por una cuestión de no disponer de uno de los mayores instrumentos de soberanía; la política monetaria. Cataluña debería plantearse seriamente si quiere seguir perteneciendo a la UE y no sería más aconsejable quizá solicitar la adhesión a la European Free Trade Association (EFTA) y llegar a acuerdos puntuales con la UE (por ejemplo en materia de competencia judicial internacional, leyes aplicables en conflictos tranfronterizos, asuntos de familia, etc.).

En próximos artículos se hablará de cuestiones como la relación de la actual Cataluña con la Alemania nazi o la Italia fascista de los años 30 que frívolamente algunos se han encargado de citar, los escaños y los votos que se van a tener que contar el 27-S o la potencial modificación constitucional que están ofreciendo, ahora sí, PPSOE.

Hay que agarrarse que vienen curvas.

Continuará...

dissabte, 20 de juny del 2015

Pactar es democracia


Uno de los peores errores que solemos cometer las personas humanas es confundir nuestros deseos con la realidad. 

Si no me votan es culpa de la gente y no mía. Si los partidos no respetan (?) la lista más votada es que son unos irresponsables que atentan contra la propia democracia. Si se pierden apoyos no es porque no se hayan hecho las cosas bien sino que no se han sabido comunicar correctamente.

La constante delegación de responsabilidades tan patria ella.

Si el PPSOE van camino del gran descalabro es porque llevan ni más ni menos que 33 años repartiéndose el poder institucional en España a todos los niveles administrativos. Y no es de extrañar y de hecho es democráticamente meritorio que los partidos que no han "ganado" las elecciones pacten y lleguen a acuerdos programáticos para gobernar (sí en muchos con el PSOE dentro). 

¿Ustedes se imaginan un pueblo en el que la lista más votada sea la de "Ricos por el pueblo" y todos los demás partidos no pudieran pactar y gobernara una formación política con unos intereses de parte tan claros?

Pactar es democracia y cesión es inclusión, gobernar con mayoría absoluta como el PP, y el rodillo parlamentario que conlleva, con 10.830.693 votos respecto a una población de 47 millones parece que sí lo es. 

La reacción del PP en por ejemplo Badalona ha sido como la de un niño pequeño cuando le quitan un juguete con el que estaba jugando. De infantil berrinche y de no entender las reglas del juego democrático que marca la Ley reguladora de las bases del régimen local.

diumenge, 31 de maig del 2015

¿Silbidos o ultrajes?


Algunos afirman que silbar al himno debería ser sancionado. Otros arguyen que dicha práctica está amparada por el derecho fundamental a la libertad de expresión reconocido en el art. 20 de la Constitución (CE). Los primeros indican que los símbolos nacionales (y el himno es uno de ellos) quedan protegidos en la normativa vigente y que su ultraje está reconocido en el Código Penal (CP) y puede -y debe- ser castigado con “la pena de multa de siete a doce meses” (art. 543 CP). Los segundos que un derecho fundamental recogido en la CE siempre prevalece ante una sanción recogida en una Ley (el CP) de rango inferior.



¿Quién está en lo cierto? ¿Silbar el himno nacional es suficiente como para poder sancionar a quienes lo realicen? ¿La libertad de expresión prevalece ante los ultrajes a los símbolos nacionales? ¿Es éste himno representativo de todos los españoles?

El Derecho se rige por sus principios generales. Uno de ellos es el de la jerarquía normativa, es decir, las normas se estructuran como una suerte de pirámide en donde en la cúspide hay lo que Kelsen denominó la norma fundamental, en el caso español la CE. Las normas de menor rango no pueden contradecir las de superior. Por lo tanto un derecho fundamental, el de la libertad de expresión (art. 20 CE) tiene prevalencia sobre una sanción recogida en una Ley de rango inferior, aunque con matices.

También se indica en dicho artículo que “no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa” y se establecen como límites “el derecho al honor, a la intimidad, a la propia imagen y a la protección de la juventud y de la infancia”. Sin más limitaciones que las expresadas en la Ley silbar el himno nacional queda amparado por la libertad de expresión y de opinión mientras que las ofensas o ultrajes “de palabra, por escrito o de hecho […] efectuados con publicidad” requiere un ánimo claro de injuriar a la colectividad de las personas que conforman el Estado. Si el ánimo es de protesta no puede entenderse una ofensa o ultraje.


Sin ánimo de ser pretencioso, ¿Por qué se silba el himno? Seguramente ésta pregunta responderá a múltiples casuísticas y cada cual tendrá los motivos que estime oportunos para silbar un símbolo que muchas personas sienten muy propio. Pero baste recordar que fue Carlos III quien en 1770 acuñó la “Marcha Real” como himno nacional. Durante la II República pasó a ser el
“Himno de Riego” el adoptado como oficial para el Estado, y fue el dictador Francisco Franco quién mediante Decreto de 27 de febrero de 1937 volvió a tomar como himno la “Marcha Real” hasta nuestros días. ¿Y todavía hay quienes se sorprenden que vascos y catalanes silben el himno? ¿Olvidan lo que para muchos representa?

Ayer el Gobierno, a través del Ministerio de Presidencia, condenó la pitada en una nota donde se decía que “cualquier muestra o manifestación de intolerancia es siempre reprochable; y lo es más todavía cuando busca la repercusión pública aprovechando un espectáculo deportivo, que todos los españoles tienen derecho a disfrutar, sin la protesta y la perturbación que algunos quieran imponer”. ¿Emitir opiniones es una manifestación de intolerancia? Se llenan la boca manifestando que gobiernan para todos los españoles pero cuando una parte significativa silba el himno nacional se erigen de defensores de lo que ellos entienden “que todos los españoles tienen derecho a disfutar”.

¿Por qué no voy a poder silbar un himno que no sólo no siento como mío sino que además tengo la sensación de no haber podido decidir que sea el del Estado en el que vivo? ¿Cuesta tanto entender que para muchos éste himno no deja de ser el símbolo de la opresión franquista? ¿Todavía a fecha de hoy no se tiene meridianamente claro que la libertad de expresión es uno de los derechos más sagrados, símbolo de libertad con mayúsculas?

dissabte, 25 d’abril del 2015

La fosa común europea


¿Quienes somos?
¿Qué principios rigen y guían nuestras conductas? ¿Ante qué situaciones debemos rebelarnos y exigir a nuestros gobernantes una adecuada reacción? ¿Discernimos correctamente entre lo bueno y lo malo? ¿Entre lo justo y lo injusto? ¿Entre lo vicioso y lo virtuoso? ¿Asumimos nuestra responsabilidad en todo lo que sucede? ¿Vamos a seguir permitiendo que mueran personas humanas en nuestras costas?


Es interesante hacer mención al
preámbulo de la Carta Europea de Derechos Humanos para determinar cuales deberían ser los patrones de conducta que debieran regir las soluciones a los graves problemas que, en materia de inmigración y derechos básicos esenciales, acucian a Europa.

Dispone:

Los pueblos de Europa, al crear entre sí una unión cada vez más estrecha, han decidido compartir un porvenir pacífico basado en valores comunes.

Consciente de su patrimonio espiritual y moral, la Unión está fundada sobre los valores indivisibles y universales de la dignidad humana, la libertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en los principios de la democracia y del Estado de Derecho. Al instituir la ciudadanía de la Unión y crear un espacio de libertad, seguridad y justicia, sitúa a la persona en el centro de su actuación.”

¿De qué porvenir pacífico hablamos si cada semana dejamos morir a personas humanas en el Mediterráneo? ¿Cual es ese patrimonio espiritual y moral? ¿Valores indivisibles y universales?
¿Como podemos hablar de dignidad humana si la vida está por encima de la libertad, la igualdad y la solidaridad? ¿El espacio de libertad, seguridad y justicia sólo está reservado a los ciudadanos europeos? ¿Como se puede hacer un ejercicio de tanta hipocresía entre lo que se dice en los tratados, lo que se hace en la práctica y lo que se piensa en la realidad? ¿De qué solidaridad hablamos?

Muchas personas son las que arriesgan su vida por hallar un futuro mejor en su desesperada búsqueda de unas mejores condiciones de vida, de educación o de protección internacional u otro tipo de amenazas a su vida, libertad o seguridad. Se les denomina “refugiados del mar”. Es importante citar el Convenio Internacional sobre Búsqueda y el Salvamento Marítimos de 1979 (en adelante SAR) del que la UE es parte, en él se estipula que los Estados Partes “garantizaran que se preste auxilio a cualesquiera personas que se hallen en peligro en el mar […] sean cuales fueren la nacionalidad o la condición jurídica de dichas personas o las circunstancias en que éstas se encuentren” y añade que deberán “prestarles los primeros auxilios médicos o de otro tipo y trasladarlas a un lugar seguro”.
Es de un cinismo mayúsculo desestabilizar zonas como Siria, Libia, Somalia, Eritrea y un largo etcétera y cuando sus ciudadanos pretenden refugiarse en lo que se nos llena la boca de decir que es un espacio de libertad y de seguridad se les abandone a su suerte en las costas que son de nuestra jurisdicción. Conviene recordar que fue la OTAN la que se dio un garbeo por Libia y ha creado las condiciones necesarias para que ya no exista un Estado. ¿Resultado? Guerras tribales. ¿Y qué hacemos con los que pretenden refugiarse? ¿Les vetamos la entrada? ¿Y los refugiados sirios no tienen derecho a obtener una respuesta basada en los principios y valores que dice tener la UE?

Existen víctimas de primera y de segunda, y sabe muy mal decir que el color de la piel todavía tiene demasiado que ver. Se ha hecho la oportuna comparación entre el trato mediático recibido por el accidente de Germanwings y el dado por las tragedias humanas y casi diarias que suceden en el Mar Mediterráneo. Debiera hacernos reflexionar el hecho de que se defina a los muertos como “inmigrantes” y no como “personas”. Microracismo secular que todavía nos asola.

“Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos” Bob Marley.

diumenge, 25 de gener del 2015

La encrucijada griega

Hoy se producen las esperadas elecciones generales griegas que pueden determinar que un partido como Syriza, al que ciertos sectores tachan de extrema izquierda o neomarxista, consiga gobernar.

Grecia ha sido un país duramente castigado por la Gran Recesión económica, sobretodo a partir de 2008. Cuando el país heleno entró en el euro en 2001 mintió en sus datos macroeconómicos, con la ayuda inestimable de Goldman Sachs. Hecho que supuso que los desequilibrios económicos, en caso de una caída del PIB, se pronunciaran mucho más como de hecho sucedió cuando la economía mundial estornudó estrepitosamente tras la caída de Lehmann Brothers en septiembre de 2008.

Las recetas para Grecia fueron y han sido durísimas. Ajustes estructurales lo llaman algunos recortes en el Gasto Público determinan otros. El lenguaje no esconde que en Grecia la desigualdad ha aumentado a niveles impensables, la renta por cápita ha caído drásticamente y la histórica oligarquía de navieros, constructores y aristócratas que tienen el poder en el país sigue en su sitio. La élite política sigue en su sitio y, de hecho, prospera con la Troika.

Privatizaciones, venta de patrimonio público, disminución del gasto social, cierre de la televisión pública, despido de funcionarios y, en definitiva, una serie de medidas impuestas por la Troika para que Grecia pueda pagar el rescate. Una suerte de chantaje; te dejo los recursos que necesitas pero a cambio harás lo que yo te pida. Alemania y los actores acreedores, ingenuamente, siguen creyendo que ésta política austericida no tiene costes políticos. Aunque parece que a la desesperada el BCE se ha apresurado a anunciar una compra masiva, al fin, de deuda pública en el mercado secundario.

Si yo te debo 1 dólar el problema lo tengo yo, en cambio si te debo 10.000 dólares el problema lo tienes tú. Es algo que ya dijo Keynes y que los países acreedores de la deuda soberana griega parecen no querer entender. Es legítimo que los griegos aspiren a una reestructuración de una deuda que el último trimestre de 2014 era del... ¡176 % del PIB! ¿Y la capacidad financiera para devolverla? Grecia no ha tenido un sólo año de superávit desde que se tienen datos conocidos. Es razonable pensar que deudores y acreedores deben sentarse en una mesa a negociar.

“Viene la esperanza. Grecia avanza. Europa cambia”. Ese es el lema de Syriza. Ante unos partidos políticos tradicionales profundamente desprestigiados, y sobre los que se cierne la sospecha que no han sido más que unos meros lacayos del poder de la Troika, aparece éste partido que ya gobierna en las Islas Jónicas y en Ática, la zona más poblada del país. Esperanza, avance y cambio. Son tres ejes que ilusionan a un sector muy importante del país, los perdedores de la austeridad mal entendida que aspiran a un cambio de política económica.

¿Debe Grecia reestructurar su deuda? ¿Deberían los acreedores negociar una solución que dejara de menguar las expectativas de crecimiento económico en Grecia? ¿En que lugar quedaría la solidaridad interestatal en el seno de la UE si se continuaran exigiendo medidas claramente impopulares en los países con desajustes macroeconómicos? ¿No tuvo Alemania años de sobra para la reunificación tras la caída del muro de Berlín? ¿No incumplió, junto con Francia, sistemáticamente, las reglas de estabilidad presupuestaria del 3% de déficit y del 60% de la deuda pública en función del PIB en los 90? ¿La Unión Europea sólo lo es de nombre? ¿Permitiremos que la economía ponga en peligro un proyecto político tan ilusionante?

Ha habido bajezas electorales. Chantaje político por parte de Angela Merkel, quién se atrevió a hacer una injerencia en los asuntos soberanos griegos para insinuar hacia donde debía ir el voto. Un escándalo político que ha pasado bastante inadvertido.

Las recetas dadas a los griegos a sus desequilibrios económicos han acumulado un hastío ciudadano que ahora puede encontrar su cauce electoral con Syriza. Y ello no debería sorprender a cualquier demócrata, puesto que cuando quién gobierna lo hace para una minoría (acreedores, grandes propietarios, navieros, constructores...) la mayoría es legítimo que se rebele o que, cuanto menos, aspire a una reforma. Y con razón. Si los intereses de la deuda pública y la devolución del capital de la misma deben pasar por encima del gasto social entonces hay dos opciones; I) o bien reestructurar la deuda para que los servicios públicos básicos puedan seguir prestándose o II) se fuerza la situación dejando el terreno adobado para que haya una ruptura más o menos democrática.

¿Es que Grecia pretende aspirar a algo sumamente descabellado y apocalíptico como pronostican algunos? Éste interesante breve trabajo se encarga de responder de forma taxativa a ésta pregunta. Un sólo dato; en 14 ocasiones a lo largo de la historia, España ha caído en situaciones de impago de la deuda.

Si la UE en la que vivimos debe ser una Organización supranacional en el que los dictados económicos de Alemania son los que se siguen entonces es un proyecto en el que es poco atractivo vivir. Los valores y los principios comunes no pueden quedar únicamente sobre el papel, deben materializarse y no supeditarse a la economía. Y la solidaridad implica tener memoria y recordar aquellos momentos en que uno lo pasó mal y los otros países no exigieron sino que comprendieron. Los gobiernos deben gobernar a los mercados y no al revés.


La economía es algo demasiado importante como para dejársela sólo a los economistas. Hoy Grecia votará y el que escribe se atreve a pensar que éstas elecciones pueden marcar un antes y un después en el como se gestiona la salida de ésta Gran Recesión que tiene mimbres de un agotamiento del sistema capitalista patrimonial nacido a finales del S. XVIII. Éste último debate teórico lo dejamos para otro artículo... 

diumenge, 18 de gener del 2015

Ciutat Morta o l'Estat vomitiu d'un sistema


Podrits. Desfassats. Abusadors. Torturadors. Prevaricadors. Falsejadors. Esbirros.

No poden venir caps altres paraules després de veure, per segon cop, Ciutat Morta. Documental, per cert, que mai, absolutament mai, s'hauria d'haver produït, senyal de que tots els fets que en ell es relaten mai haguessin existit. Lamentablement no ha estat així.

Un edifici okupat al carrer Sant Pere Mes Baix que és de titularitat pública, propietat de l'Ajuntament. Un petit gran detall. Una primera versió que no encaixa amb els interessos municipals és tergiversada (per tant es prevarica i es falseja documentació oficial per part de funcionaris públics). L'alcalde Joan Clos declara a la ràdio, la nit dels fets, que ha sigut un test i no pas una pedra, el que ha impactat al cap del policia. Casualment, la jutgessa, potser la més prevaricadora de tots plegats, no va admetre el testimoni de l'alcalde com va sol·licitar la defensa. Curiós.
I els detinguts? Se'ls va garantir els seus drets fonamentals? El dret a la pressumció d'innocència? El dret a no rebre tortures o tractes humils o degradants? El dret a un jutge d'instrucció imparcial? El dret a la sol·licitudt de practicar proves? El dret a la igualtat d'armes tant en la fase d'instrucció com en la fase de judici oral? El dret, en definitiva, a una tutela judicial efectiva que tant pregona la Constitució al seu artícle 24?


Res d'això va succeïr. En comptes del dret a la pressumció d'innocència van tenir la presumpció de culpabilitat. Rebent per part dels Cossos i Forces de seguretat una sort de tracte inhumà des del primer moment en que van ser detinguts. I tot negant els fets que se'ls imputaven des d'un primer moment la sensació era, és i serà que ja havien triat qui serien els qui farien encaixar la versió que més interessava a l'Ajuntament. I la fatalitat, a la que després es farà referència, de que Patricia Heras i el seu amic Alfredo, que no tenien res a veure amb la festa van ser detinguts, erròniament, al Hospital del Mar, lloc on van ser duts els 3 detinguts torturats a la Comissaria de la Rambla.

I quina era la versió que més interessava a l'Ajuntament?

Doncs que en comptes de, com es va afirmar en un primer moment, hagués sigut un test caigut del terrat el que va impactar al cap del policia i el va deixar en estat vegetatiu, va ser una pedra llençada des del carrer, i per tant en l'exterior d'un edifici de la seva propietat, el que va impactar al cap del policia. I la única prova que sostenia aquesta versió? El testimoni dels policies actuants en el lloc dels fets. Amb la manca d'imparcialitat que aquest tipus de prova sol comportar per estar constituïda per aquelles persones que han vist ferit a un company i que, per tant, sense que això no deixi de ser greu, que ho és, hom pot presumir que no seran tot el recelosos que haurien de ser a l'hora de tenir la objectivitat necessària per relatar, de manera fidedigna, allò que va passar.

Condemnats. Aquest és el resultat. Però després d'haver passar 2 anys, el màxim permès per la llei, en presó preventiva, van poder obtenir la llibertat condicional. Es va presentar recurs davant del Tribunal Suprem i aquest va ampliar la pena a petició de la Fiscalia. És en aquest moment quan Patricia Heras, que recordem que degut a un accident amb bicicleta amb el seu amic Alfredo havia anat, de manera incidental, a l'Hospital del Mar, decideix suïcidar-se tirant-se per la finestra del pis on vivia amb la seva parella. I tal com diuen al documental en un moment “no hi ha més prova de la veritat que la pròpia vida”. Una persona innocent que es treu la seva vida per, en gran part, no poden suportar la pena que recau sobre ella. Un fet enormement preocupant i que en cap cas ha de quedar sense resposta.

Aquest cas no pot quedar així. No ha de quedar així. Això seria la pitjor prova de que la impunitat i la immunitat policial i política estan a l'ordre del dia. El responsable d'elaborar l'informe, presumiblement Victor Gibanel, persona que va aconseguir una mesura cautelar dictaminada per un Jutge per a censurar 5 minuts del documental, ha de quedar retirat sense cap tipus d'honors. Que té medalles? Doncs se'ls hi retiren. És un acte de Justícia material. Joan Clos? Persona que no va estar, en cap cas a l'alçada, ha de donar explicacions, com a mínim. Jordi Hereu i Carles Martí? Tres quarts del mateix. I no hauria de ser descabellat pensar que hi ha indicis racionals de que han pogut incórrer en conductes presumptament delictives (obstrucció a la justícia, prevaricació...). I els policies torturadors? Investigats i, en el seu cas, condemnats i sense possibilitat legal d'indult (pressionant per modificar, en el seu cas, la Llei de l'Indult de...1870!). I els que van mentir en els seus informes i/o testimonis? Investigats i, en el seu cas, condemnats.

El cas revesteix una gravetat que no hauria de passar desapercebuda. S'hi posen de relleu aspectes que han de fer-nos pensar. La desconnexió generacional i d'enteniment entre segments socials i les institucions de l'Estat. L'estigmatització del que anomenem col·loquialment “pintes” però que no deixa de ser una exteriorització d'un mateix, del seu jo. Mai hauria de ser motiu de detenció el dur una determinada estètica. És totalment irrellevant a la investigació afirmar que es duu “estètica okupa”. És un extrem essencial, substancial? Hauria de ser-ho? Si la resposta és afirmativa és que com a societat tenim un problema d'integració i de cohesió important. Nosaltres, els catalans, que sempre ens lloem de que la nostra terra és un lloc d'integració, de multiculturalitat. Fer més i no dir tant és el que cal.

Errors que no s'han de tornar a repetir. Determinació, en el seu cas, de culpabilitats i responsabilitats polítiques, policials i judicials. Neteja. La dimensió ètica no pot quedar al marge de tot el que va passar el 4 de febrer de 2006. Com a societat que aspira a la cohesió, a la justícia social, a la llibertat positiva i a la democràcia plena hem d'intentar passar aquesta negra i borrosa pàgina succeïda a Barcelona. Les víctimes ho mereixen. 

dissabte, 3 de gener del 2015

Humildes propuestas constitucionales (I)


Es público y notorio que España vive sumida en una triple crisis sin precedentes. Una crisis económica (gran recesión) doble; internacional y nacional, una crisis institucional de lo que se ha venido a denominar el régimen de la Transición y una de las más preocupantes, la crisis moral, el no disponer de unos valores y unos principios que rijan la sociedad y ésta los entienda como buenos, como virtuosos.


Los partidos dinásticos del régimen del 78 (PP y PSOE) están sumidos, ellos también, en su propia crisis. Tienen un problema de credibilidad y sobre ellos se cierne la legítima sospecha que siendo ellos quienes han gobernado éste país durante más de 30 años sean precisamente los garantes de una solución. Y no sólo sobre ellos sino también sobre los partidos nacionalistas tradicionales; CiU, PNV, BNG y Coalición Canaria.


La falta de credibilidad y la ausencia de expectativas incentiva que se ambicione abrir el candado del modelo del 78 y adaptar la Constitución (CE) a la realidad social actual. Porque la CE es aquélla norma que está en la cúspide del ordenamiento jurídico de un Estado, la cual limita al poder al tiempo que reconoce y otorga derechos y libertades a los ciudadanos. También deberes y obligaciones. En otras palabras, o se abre el candado del 78 y se comienza a hablar serenamente de cómo hay que adaptar la Constitución a la nueva realidad social española (incluso plantearnos si más convendría abrir un proceso constituyente) o la ruptura está servida.



Bajo mi modesto punto de vista habría que abordar debates serios, rigurosos, racionales y sin dramatismo sobre las siguientes cuestiones que, o bien no se pudo, o no se quiso abordar durante la Transición:


Memoria histórica. Un país en el que todavía hay muertos enterrados en las cunetas no es un país cohesionado socialmente. Un país que se excusa en que existe una Ley de Amnistía que establece que no se pueden investigar éste tipo de asuntos es un país que no quiere reconocer su pasado, y al no reconocerlo vulnera uno de los derechos más sagrados que pueden existir; el de una sepultura digna. Un país que en pleno siglo XXI todavía no es capaz de impartir justicia, hacer memoria y hallar la verdad en éstos particulares es un país mucho menos humano de lo que pretende ser. Y no, no se trata de reabrir viejas heridas, se trata de cerrar las que todavía existen abiertas. Y es que hasta que no se desentierre al último muerto y hasta que no se respete la voluntad de los familiares, sean del bando que sean, la guerra civil no se habrá terminado en España. Y creo que los nietos y los bisnietos tenemos que olvidar e intentar perdonar viejas rencillas de nuestros padres, abuelos y bisabuelos.

La recompensa es demasiado jugosa como para no intentarlo. Es la reconciliación simbólica de las dos Españas de Ortega y Gasset.

Nacionalidades. Habría que comenzar a reconocer el desaguisado que se diseñó, valga decir que sobre la marcha y con más improvisación de la que se ha reconocido, con el modelo del Estado de las Autonomías, el café para todos. ¿Café para todos? Sí, pero cada uno en la dosis que le sea digerible tomar. Y en muchos lugares se deberá dejar en electoralismo de lado y desgastarse políticamente para hallar soluciones que coadyuven a que nuestros hijos y nietos se encuentren un país en el que todos los territorios, se sientan naciones o no, pueden sentirse cómodos en una nación de naciones. Si el art. 2 de la Constitución habla de nacionalidades y regiones y ello estaba pensado para separar regiones administrativas de territorios con singularidades concretas nada impediría a día de hoy intentar volver a una suerte de casilla de inicio. Lógicamente los votos perdidos por muchas formaciones políticas que de la crispación han obtenido sus réditos son un gran escollo. Y no será fácil. 

Competencias. Los artículos 148 y 149 (competencias que pueden asumir las CCAA y las competencias exclusivas del Estado) de la CE y, sobretodo, el desarrollo jurisprudencial que de ellos ha hecho el Tribunal Constitucional tienen que someterse a profunda revisión. El lenguaje vago y ambiguo que en ellos se utiliza no ha ayudado en nada a una paz institucional en materia de competencias. Deben limitarse y delimitarse mucho mejor qué es competencia del Estado y qué es competencia de las CCAA. Incluso que competencias podrían ser exclusivas en determinadas CCAA mientras en otras no. Igualdad en ningún caso debe significar uniformidad. Solidaridad jamás debe asimilarse a subvención perpetua.

Está en juego la cohesión social. Una sociedad madura, plural y democrática intenta y debe conseguir un debate sereno sobre los asuntos políticos de altura. Y dejar que los problemas se dilaten en el tiempo no los soluciona, antes al contrario, los enroca y los profundiza.


Y mucho yerran, bajo mi modesto modo de ver las cosas, quienes entienden que el asunto de la memoria histórica no debe abordarse. Nadie está hablando aquí de ningún tipo de venganza. ¡Qué soberana tontería! Se está hablando de garantizar los derechos humanos más elementales que deben asistir a cualquier persona humana por el simple y mero hecho de serlo. Nos estamos jugando demasiado.

Y aquéllos que no conocen su pasado están condenados a repetirlo de manera estrepitosa.