dimarts, 15 de juliol del 2014

Palestina; la difícil o imposible solución

La visualización de un interesante documental sobre el conflicto palestino me ha hecho hacerme algunas procedentes preguntas de difícil respuesta. Además también he leído interesantes artículos de ilustres pensadores.

¿Quién ataca y quién se defiende? ¿Quién tiene derecho a ocupar esas tierras? ¿Qué pasa con Jerusalem, ciudad en la que el pueblo judío tiene su capital y en la cual el pueblo palestino quiere establecer la suya? ¿Son atendidas las Resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas? ¿Es Israel un país que cumpla con las normas de derecho internacional público en la materia? ¿Y Palestina? ¿Hamas es un grupo terrorista o debería ser considerado un movimiento de liberación nacional?

En primer lugar creo que hay que hacer algunas apreciaciones aclaratorias que suelen conducir a error y a reducir el problema a simplismos y a tópicos manidos. El judaísmo es la religión de los judíos pero hay que diferenciarlo de la condición socio-política del pueblo judío, pues los ciudadanos del pueblo o nación judía, más allá de que sean religiosos o laicos, también se entiende que son judíos. Una nación [cuyos miembros son] procedentes del Reino de Israel, luego de Judea (Sion), con Jerusalem como ciudad santa según las tesis de Hannah Arendt, ilustre filósofa política judía.

Tampoco hay que confundir Judaísmo (religión), pueblo judío (como concepto socio-político y étnico) de los sionistas, que son el movimiento que ha reclamado históricamente el establecimiento de una patria para el pueblo judío justamente en la tierra de Israel. No en otra en virtud de los títulos de propiedad que la Biblia les otorgó.


Palestina no es un Estado de pleno derecho reconocido en las Naciones Unidas. Ello no es así ya que los EEUU vetaron su admisión en el Consejo de Seguridad (CS) de las Naciones Unidas (NNUU). Los otros 14 Estados miembros votaron a favor, el mundo votó a favor y únicamente los EEUU en contra usando su anacronico derecho a veto en el CS de las NNUU. Palestina nunca ha sido un Estado por unas votaciones poco democráticas muy concretas y determinadas.


Hay que tener muy presente que el pueblo judío ha sido perseguido históricamente. Conviene no olvidar que desde que los romanos los expulsaran del Monte de Judea han sido perseguidos, expulsados e incluso se han cometido atrocidades y horrores contra ellos a lo largo de la historia (el Holocausto y la 'solución final' de Hitler fueron su máximo exponente). Por ello es legítimo que reclamen un Estado para poder vivir en paz.

Siendo justo y legítimo que el pueblo judío pueda tener un Estado propio atendiendo a los antecedentes históricos y a las vicisitudes bíblicas de la implicación que tiene la ciudad santa de Jerusalem y parte del territorio de lo que hoy es Israel ¿Es admisible que el pueblo palestino deba soportar el aislamiento y deba pagar el precio que está pagando por ésta legitimidad moral e histórica que tiene el pueblo judío para tener un Estado propio? ¿El Holocausto todo lo justifica? ¿Cuando se conminará a Israel a atender las Resoluciones de la ONU y los tratados internacionales?





Hay que intentar por todos los medios intentar encontrar el arreglo acordado de éste callejón sin salida. Desde que hubiera la guerra de 1948 entre Israel y los Estados musulmanes colindantes (Egipto, Jordania...) que generara el exilio del pueblo palestino (`nakba`) no ha dejado de producirse un éxodo el cual Israel, por boca de su presidente, no está dispuesto a aceptar que vuelvan tal como obligan las Resoluciones de las NNUU. Tras la Guerra de 1967 se ha producido una ocupación ilegal en toda regla, y ésto hay que explicarlo. Baste sólo ver el mapa adjunto en el cual las fronteras acordadas por la ONU en 1948 se ve claramente como han sido vergonzosamente rebasadas por el Estado de Israel con una desproporción preocupante.



¿Hasta cuando?

Muchos dirán que unos son los terroristas que atacan (Hamás) y otros son los que se defienden (el Ejército de Israel). Unos son un Ejército oficial y los otros un grupo terrorista que usa a niños de escudo y que se dedica a entrenarse en las escuelas donde se saben seguros. Debo afirmar que me parece de un simplismo mayúsculo. Unos gozan de un estatus jurídico como Estado de pleno Derecho de las NNUU (Israel) y el otro está de miembr
o observador (Palestina) al mismo nivel que el Vaticano y no tiene los instrumentos necesarios de Estado que sí tiene Israel.




A todas las personas que sientan que tienen un imperioso derecho a ocupar el territorio palestino atendiendo a las muchas vicisitudes que pudieran justificarlo en virtud del sufrimiento que ha sufrido el pueblo judío a lo largo de su historia y por las disposiciones bíblicas les diría que vivimos en un mundo en el cual nos hemos dotado de una Organización Internacional para promover la paz y la seguridad en el mundo y que la interpretación de lo que debe significar paz y seguridad no deben quedar al arbitrio de una de las partes en el conflicto y la existencia de Estados debe quedar al margen de las cuestiones religiosas.

Les conminaría a consultar las Resoluciones de la ONU sobre el conflicto palestino-israelí. No han sido los palestinos precisamente quienes más sistemáticamente han incumplido de manera palmaria las Resoluciones de la ONU, las cuales, según la Carta de las Naciones Unidas son vinculantes.

Dejen de encolerizar el problema y de generar una espiral de violencia. Saben perfectamente que el conflicto no se resuelve con bombas, secuestros ni asesinatos. Saben de sobras que se resuelve mediante la cesión mutua y el equilibrio de intereses. Pero unos prefieren seguir ganando elecciones (el Gobierno del sionista Netanyahu) las cuales dependen de cuánto marketing hagan para que la opinión pública -o publicada- internacional vea legítimos sus ataques y a los otros (Hamas) ya les va bien que el mundo vea las atrocidades que el Estado de Israel para justificar sus reclamos. Intereses geoestratégicos y geopolíticos y poca voluntad de ceder en las pretensiones de cada uno percibo. Con el 'in vigilando' de los EEUU.

Tal como leía no hace mucho, ésta generación de judíos y de palestinos tienen muy complicado entenderse. Pero todo es posible cuando hay voluntad política y anhelo sincero de paz (por la vía de los hechos, no de los discursos).

Para entender el conflicto en 10 imágenes existe éste interesante enlace el cual da habida cuenta de la gran complejidad del problema y la dificultad de su resolución.


                                                                     

dimecres, 2 de juliol del 2014

La legitimidad de la Monarquía


La legitimidad y la legalidad cabe distinguirlas, según Max Weber y Carl Schmit, según se trate de la teoría jurídica o de la política. En el plano jurídico para que una acción sea conforme con el Derecho vigente se requiere que la persona que la realiza tenga derecho a hacerlo (legitimidad) y, además, que la lleve a cabo mediante el marco jurídico establecido (legalidad). En el plano político un gobierno (o monarca) será legítimo si quien lo detenta ha accedido a él mediante "justo título", por los cauces admitidos y será legal si actúa de acuerdo con las normas establecidas.

La tensión entre la legalidad y la legitimidad es una constante de la historia. Interesa en el presente artículo destacar los conceptos en el caso concreto de la Monarquía Parlamentaria y Constitucional española.  

Decir que la Monarquía fue aceptada mediante el referéndum de ratificación de la Constitución en 1978 es como hacerse trampas en el solitario. Si bien fue un referéndum legal y legítimo hay que poner las cosas en su contexto para no caer en el reduccionismo de valorarlo con ojos de hoy, cuando las circunstancias han cambiado mucho.


¿O es que en la votación de un pack indivisible en el que hay 169 artículos, 10 títulos implica estar de acuerdo en la Monarquía? ¿Como se debía interpretar la votación en contra? ¿Podía enmendarse únicamente el Título II, el relativo a la Monarquía?

Lógicamente no era admisible enmendar partes del todo. O todo o nada era la premisa con la que se votaba la Constitución. Y además no había una Asamblea Constituyente, únicamente había 6 padres de la Norma Fundamental más importante, cúspide de todo el ordenamiento jurídico, como si ello fuera una representación plural de la sociedad española. Conviene no olvidar en éste punto por ejemplo que los vascos quedaron fuera de la ponencia constitucional.


¿Eluden el contexto en el que fue elaborada, ratificada y aprobada la Constitución y que en lo que se pensaba era en dejar atrás la infausta dictadura?

En las memorias de Xabier Arzalluz (antiguo Lehendakari) se da habida cuenta de como hubo ciertas imposiciones militares no sujetas a debate (el artículo 8 es un buen ejemplo, una tutela militar en toda regla). Y no hay que olvidar que el Jefe de los Ejércitos es el Rey Felipe VI en la actualidad.


¿Alguien que realmente se precie democrático puede sostener que la Monarquía es una Institución legítima sólo por que fue ratificada por los ciudadanos en un pack indivisible en 1978? ¿Por mucho que el Título II de la CE se dispongan las reglas de la sucesión dinástica realmente es legítimo éste nuevo Rey? ¿Que sea legal lo convierte automáticamente en legítimo?

A los que aún así responderían que si, que efectivamente esa es la mayor fuente de legitimidad de la Institución les diría; ¿entonces si se votaba en contra de la CE por no estar de acuerdo con la Monarquía (Título II) también se estaba en contra del derecho fundamental a la educación, a la libertad de opinión, de expresión, a la libertad sindical, etc.?

Pero igualmente el Rey sabe que no disfruta de la legitimidad. Cuentan que Suárez cuando se reunió con la Platajunta (los partidos de la oposición al franquismo) les dijo algo como; "Yo tengo el poder, ustedes tienen la legitimidad, de lo que se trata ahora es de unir poder con legitimidad". Algo así como "yo controlo las leyes, ustedes al pueblo, vamos a unir leyes y pueblo". El Rey sabe que a él no lo pueden votar pero lo pueden botar. Y tercio seguro que actuará en consecuencia. 


Hay que poner encima de la mesa aquellos temas de debate que en la Transición se impidió que se pusieran encima de la mesa:

1) Monarquía o República
2) Bandera rojigualda u otra
3) Unidad de España 

Antes que tarde hay que lidiar con éstos temas. Y plantearnos una interesante y procedente pregunta:

¿Será Cataluña el 23-F del Rey Felipe VI?