dissabte, 10 de desembre del 2016

Presencialismo laboral y conciliación


¿Nunca habéis tenido la sensación de haber terminado vuestro trabajo y tener que quedaros en vuestro puesto de trabajo hasta el fin de la jornada laboral? ¿Y tener que quedaros incluso más tiempo que el que estipula vuestro contrato laboral por el mero hecho de no marcharos antes que el jefe? ¿Y el mítico hago ver que trabajo cuando en realidad no estoy haciendo absolutamente nada?

Muchos países de nuestro entorno son los que han cambiado su forma de entender el trabajo. Han modificado las relaciones laborales entre empresario y trabajador entendiendo que hay un interés social superior; la conciliación laboral con la vida personal y familiar. Y tan conciliación es poder ir a recoger a tus hijos a la escuela (familiar) como poder quedar con tus amigos para tomar unas cañas (personal).

En España lamentablemente todavía no hemos hecho ese cambio de mentalidad, vivimos en el presencialismo laboral. Creen algunos que cuanto más se trabaje más productivo se va a ser cuando la experiencia y los estudios demuestran precisamente lo contrario. ¿Quién a éstas alturas duda que flexibilizar las relaciones laborales e incentivar una vida más allá del trabajo puede ser más productivo y generar más felicidad en la sociedad? ¿A mayor felicidad no habrá más productividad?

Hace unos meses, el programa Salvados de Jordi Évole, reflexionaba de una forma acertada sobre la temática. 'El milagro de la conciliación' llamó al programa. No deja de ser preocupante que en España la carga del cuidado de los hijos recaiga esencialmente en los abuelos cuando ellos no deben, en ningún caso, soportar esa responsabilidad familiar. Deberían poder disfrutarlos como abuelos y no tener que ejercer como padres. ¿Alguien se ha preguntado qué sucedería si los abuelos de éste país hicieran huelga un sólo día? ¿Hemos parado a reflexionar que adultos del futuro estamos creando?

Debemos ampliar el permiso de maternidad y equipararlo a los estándares europeos, 16 semanas es algo totalmente exiguo. También debemos igualar el permiso de paternidad con el de maternidad y que, en ningún caso puedan intercambiarse. Generas igualdad laboral y responsabilidad compartida en la crianza de los hijos. Aboguemos por unas relaciones laborales en las que ir a recoger a los hijos a la escuela no sea una quimera sino una realidad. ¿Y como no vamos a tener derecho a ausentarnos del trabajo uno de los progenitores si nuestro hijo cae enfermo? Medidas de incentivo al teletrabajo desde casa para dar solución a éste tipo de problemas.

Como sociedad nos toca reflexionar qué dimensión queremos darle al trabajo en nuestras vidas. Actualmente demasiada gente vive para trabajar y no trabaja para vivir. Y olvidamos que invertimos el tiempo de nuestra vida en conseguir un sueldo, a veces insuficiente, y olvidamos que lo verdaderamente importante de ésta vida es ser feliz. Si cuando salga del trabajo tengo tiempo para mi ocio personal o para tener un tiempo de calidad con mis hijos; ¿Quién va a dudar que ello me producirá mucha más felicidad? ¿Y quién falto de miras no puede vincular esa felicidad con ser más productivo en el trabajo? 

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